Son diversas las características que presentan los distintos perfiles de personas que atraviesan los umbrales de la puerta de un centro de fisioterapia a lo largo de los días, así como las distintas etapas vitales e historial de salud que presentan, pero si algo tienen en común todas ellas es que de algún modo el motivo por el que acuden se relaciona con la musculatura. Es por ello que en el día de hoy queremos dedicar la entrada de nuestro blog a una patología menos frecuente en este tipo de centros que otras, pero que se relaciona estrechamente con el conjunto de músculos: la “Rabdomiólisis”
¿ En qué consiste este problema de salud?
Aunque la etiología del mismo puede ser diversa, esta patología se basa en la desintegración de tejido muscular, pasando parte de los componentes de las fibras al sistema circulatorio, produciendo con frecuencia daños a nivel renal al alterarse el proceso de filtrado de los riñones.
¿ Qué puede causar la rabdomiólisis?
Son diversas las causas que pueden producir que se dé la rabdomiólisis, algunas de ellas son las siguientes:
– Consumo de drogas
-Esfuerzo físico severo
-Compresión muscular de larga duración
-Isquemia o necrosis de los músculos
-Traumatismos
-Convulsiones
Como producto de estas situaciones se pueden dar los siguientes síntomas: dolor muscular o rigidez, debilidad de los músculos afectados, dolor en las articulaciones, fatiga, cambios en la coloración de la orina, sensibilidad y /o debilidad muscular , fiebre , dolor de espalda o aumento involuntario de peso entre otros.
Para realizar el diagnóstico de esta patología es necesario un examen físico que suele complementarse normalmente con análisis clínicos, concretamente de sangre y orina, así como pruebas musculares como la electromiografía. Una vez realizado el diagnóstico, el pronóstico va a depender en gran parte del tiempo que se tarde en administrar el tratamiento correspondiente, siendo variables las consecuencias posibles derivadas de esta situación clínica.