Con el nacimiento del bébe finaliza el embarazo, pero comienza una etapa de especial cuidado tanto para el recién nacido como para su madre. Aunque tendemos a priorizar los cuidados del bebé, la recuperación tras el parto de la madre no ha de ser menos importante, puesto que a la reincorporación a las actividades de la vida diaria se le suman nuevas rutinas y situaciones que pueden verse limitadas por el estado físico. Es por ello que recomendamos consultar a los profesionales de la salud no sólo durante la etapa del embarazo, sino también tras el parto, para facilitar la adaptación a esta nueva etapa.
Algunas de las molestias musculares tras el parto han tendido a normalizarse como propias e inevitables del postparto, sin embargo, muchas de ellas son tratables con fisioterapia, reduciéndose éstas y aumentando la calidad de vida durante la recuperación. Algunos de los aspectos que pueden recibir tratamiento y/o asesoramiento por parte del fisioterapeuta son los siguientes:
-Adherencias de cicatrices después de la cesárea.
-Recuperación del suelo pélvico en general y en casos de incontinencia urinaria.
-Fortalecimiento abdominal con ejercicios hipopresivos.
-Consultas sobre higiene postural en el porteo.
-Tratamiento de la tendenitis de Quervain en la lactancia.
-Edemas en pies y/o piernas debido a la retención de líquidos.
-Tratamiento de contracturas o molestias musculares causadas causadas por la carga de peso.
Además, en los primeros meses es común que se manifieste en los bebés el cólico del lactante, el cual se debe a espasmos o contracciones del intestino que producen molestias en el bebé. Entre sus principales síntomas se manifiestan el llanto y los movimientos bruscos de extremidades, que pueden acompañarse de exceso de gases o problemas de estreñimiento. El tratamiento del mismo a través de las indicaciones del fisioterapeuta puede aliviarlo ,y repercutir también de forma indirecta sobre el periodo del postparto,en este caso, sobre el descanso de ambos padres.