Cuando realizamos una actividad física, los músculos se contraen con el esfuerzo, produciéndose un acortamiento al ejercitarlos, por eso es necesario estirar unos 10/15 minutos una vez que hemos finalizado la actividad, ya que esto aumenta la flexibilidad de los músculos una vez finalizado, reduciendo la vulnerabilidad ante las lesiones.
Se recomienda evitar rebotes y/o brusquedad en los movimientos que forman parte de los mismos, así como mantener una correcta postura para poder sacar el máximo beneficio de ellos, ya que lejos de aumentar su eficacia , hacerlo de este modo puede producir lo contrario. Es necesario mantener la postura hasta notar ligeramente el músculo, sin llegar a forzar.
¿ Qué beneficios generales tiene realizarlos?
-Reducen la tensión que se ha ido acumulando durante la actividad.
-Producen una mejoría de la circulación, y por lo tanto facilitan la recuperación.
-Mejoran el rango de movimiento.
-Previenen la aparición de lesiones
-Reducen la tensión muscular y ayudan a relajar el cuerpo de forma global.
Debemos de tener en cuenta que a medida que nuestra edad se va incrementando, vamos perdiendo flexibilidad, y la vulnerabilidad ante las lesiones es mayor, por lo que los estiramientos necesitan de ajustarse a la intensidad de la actividad que vamos a realizar y también a la etapa vital en la que nos encontremos, eligiendo tanto los ejercicios como la duración del estiramiento adecuados a ello.
Aunque los asociemos con mayor frecuencia a la actividad física, no sólo están indicados cuando se practica ésta. Al mantener durante bastante tiempo posturas repetitivas ( como es el caso del trabajo de oficina), nuestros músculos también se resienten, por lo que también se recomiendan para prevenir lesiones asociadas a ciertas actividades laborales, siempre bajo el previo asesoramiento de un profesional.