La rizartrosis es una patología degenerativa de la articulación de la base del pulgar que sufren muchas personas y que dificulta la realización de actividades comunes de la vida diaria.

 Como comentábamos, la rizartrosis es una lesión que afecta a la articulación de la base del pulgar, la articulación trapecio-metacarpiana, y que es bastante común en personas mayores de cuarenta años. Se trata de una patología degenerativa causada por el desgaste de la articulación y que desarrolla una artrosis cuando el cartílago articular se deteriora. El proceso degenerativo conlleva la inflamación de los tejidos circundantes y la formación de osteofitos en los bordes articulares dando lugar a una articulación rígida con la movilidad reducida. Esta situación provoca dolor especialmente al movilizar la articulación y puede llegar a ser bastante incapacitante al afectar a la función de pinza del pulgar. Existen personas con una predisposición a sufrir artrosis pero podría desarrollarse en cualquiera debido a tareas laborales repetitivas o de la vida diaria que van desgastando la articulación.

El diagnóstico de la rizartrosis se realiza mediante el estudio de los síntomas del paciente, a través de la realización de diversos tests y con la ayuda de radiografías que pueden evidenciar la degeneración de la articulación.

La sintomatología de la rizartrosis suele mejorar con el reposo de la articulación, la fisioterapia y la toma de aintiinflamatorios. En los casos más graves se puede recurrir como ultima opción al tratamiento quirúrgico. El tipo de cirugía dependerá del grado de afectación de la articulación, pero normalmente se procede a la extracción del hueso trapecio a través de una artroplastia. Tras la cirugía es indispensable seguir un tratamiento rehabilitador con su fisioterapeuta que le ayude a recuperar la función de la articulación y la fuerza y movilidad de la mano en general.