Fisioterapia y envejecimiento
Recientemente en un informe del Foro Económico Mundial se ha publicado que España es el séptimo país más longevo del mundo, viviendo los españoles una media de 82,4 años.
Con el transcurso de los años, la visión generalizada sobre la etapa de la vejez como un periodo estático y de degeneración ha ido en decremento instaurándose en la sociedad un enfoque relacionado con el envejecimiento más positivo y activo. Esto a su vez se ha traducido en el hecho de que el conocimiento que se posee acerca de los hábitos saludables que más favorecen en esta etapa y de la prevención de enfermedades asociadas a ella también ha ido en aumento en los últimos periodos, pero aún existe cierto desconocimiento acerca de cómo puede beneficiar algunas áreas como la fisioterapia en algunos aspectos aplicables a las personas mayores.
Algunos pueden plantearse que a esas alturas de la vida nada puede parar el envejecimiento, olvidando caer en la cuenta que envejecemos desde el mismo momento en el que nacemos, y que no se trata de paralizar un proceso biológico, sino de mantener o incrementar la calidad de vida diaria y desarrollo funcional que posee la persona día a día, el envejecimiento no es más que un proceso natural. Llegados a este punto, ¿ En qué puede ayudar la fisioterapia?
La adecuada intervención del profesional de la fisioterapia puede ayudar en diversas áreas. Una de las más aplicadas tiene como objetivo la de prevenir caídas en el futuro, a través de ejercicios para el adiestramiento del equilibrio y reacciones posturales, así como para el entrenamiento de la resistencia de los músculos y la capacidad aeróbica. También en casos donde previamente ha habido una lesión, como medida preventiva para mantener la calidad de vida con el paso del tiempo. La intervención del fisioterapeuta es también de ayuda , aunque de un modo más indirecto,en casos donde se necesita facilitar las transferencias y asesorar a su vez a los cuidadores en situación de personas dependientes en el entorno familiar/ laboral, a su vez también presente con usuarios que requieren de entrenamiento para mejorar aspectos como la deglución oral o la capacidad de respirar.
La capacidad cognitiva también puede verse beneficiada indirectamente con la realización de actividad física y ejercicios, ya que estos hábitos influyen en el sistema cerebrovascular, por lo que el deterioro en este nivel , puede verse ralentizado en los casos en los que se vincule a trastornos del sistema circulatorio. En aquellos casos donde se dan circunstancias previas de discapacidad intelectual, es recomendable continuar con el tratamiento de fisioterapia previamente establecido en otras etapas.
¿ Qué tipo de ejercicios se recomiendan en esta franja de edad desde la fisioterapia?
La actividad física es variable en función de las limitaciones y forma física previa que presente la persona, al igual que ocurre en otros periodos vitales, sin embargo lo que generalmente se recomiendan son actividades de bajo impacto. Bajo esta categoría se recogen una serie de acciones como el pedaleo, natación o baile que presentan una baja incidencia de lesiones en comparación con otras que requieren de trotar, correr o saltar que se engloban bajo la denominación de alto impacto. El principal objetivo que se persigue en esta etapa con la realización de actividad física es fortalecer la masa muscular, equilibrio y masa ósea relacionados con las caídas. Además de emplear el entrenamiento para mejorar la resistencia muscular contribuyendo a reducir el riesgo de fracturas por osteoporosis, ya que mejora con ello la masa ósea.
¿ Ante que enfermedades comúnmente asociadas a la edad pueden ser beneficiosas sesiones de fisioterapia?
El repertorio de situaciones médicas que pueden obtener beneficios del tratamiento con fisioterapia es bastante variado, pero entre las más comunes se encuentran el ictus, daños neurológicos consecuencia de intervenciones quirúrgicas o traumatismos, patologías que implican trastornos del movimiento en su sintomatología como es el Parkinson, patologías osteoarticulares (artritis, artrosis, osteoporosis), rehabilitación tras fracturas óseas o cuadros de demencia. Independientemente del tipo de sintomatología que se presente, cuando se plantea la posibilidad de realizar un tratamiento con fisioterapia es clave consultar a un profesional de confianza colegiado y realizar un seguimiento continuado a las recomendaciones de éste.
Fuente:
http://elpais.com/elpais/2015/10/18/actualidad/1445160174_554108.html
http://www.fundacioace.com/es/fisioterapia-y-demencia/
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21425049008
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-adulto/rehab_anciano.pdf