ELA y Fisioterapia
En la Esclerosis Lateral Amiotrófica las áreas del organismo que presentan afectación son aquellas que conforman el sistema nervioso central, cerebro y médula espinal. Por lo cual, las manifestaciones de esta enfermedad se relacionan con el déficit o interferencia en las funciones que realizan estos órganos al producirse un deterioro de las neuronas motoras que estos presentan.
Inicialmente, en las primeras fases de la enfermedad, las dificultades surgen a nivel muscular de forma leve, presentándose problemas para caminar , escribir o incluso comunicarse a través del habla. Conforme va avanzando ésta, va disminuyendo la autonomía de la persona, haciéndose más notables estas dificultades, a las que se le van añadiendo otras como son las de carácter respiratorio. Aunque en la actualidad se desconoce la etiología de esta enfermedad, que se da con mayor frecuencia entre hombres, el seguimiento de recomendaciones fisioterapeúticas puede incidir considerablemente de forma positiva en la evolución y curso de la sintomatología de la enfermedad, así como repercutir en la autonomía y calidad de vida de la persona. Algunos de los tratamientos de fisioterapia que suelen recomendarse ante esta enfermedad son los siguientes:
Fisioterapia respiratoria: con el objetivo de evitar que se acumulen los flemas y se dé por tanto un mayor riesgo de infecciones, además de preservar la función respiratoria general.
Cinesiterapia: Para mantener en niveles óptimos el mayor periodo de tiempo posible, el tono y fuerza musculares, actuando a la vez como medida de prevención de deformidades.
Electroterapia: Cuya función principal es analgésica.
Masoterapia: Basada en el masaje, ha de ajustarse en función de la flacidez, espasticidad, hiperreflexia y estado de salud general para poder obtener beneficios tanto de relajación como de estimulación.
Hidroterapia: Principalmente orientada a mejorar la propiocepción, movilidad y fuerza, ya que este medio facilita la realización de determinados movimientos al conseguirse una mayor movilidad articular.
Como ocurre en cualquier ámbito de la salud en el que se apliquen tratamientos de fisioterapia, las técnicas y ejercicios han de ser valorados y supervisados por profesionales del ámbito, ajustándose siempre tanto al perfil y ritmos de progresión como a las limitaciones de salud que pueda presentar la persona