Tiempo de temperaturas cálidas: Fascitis Plantar
Con la llegada de temperaturas más cálidas, y ante la próxima entrada de la estación veraniega cada día serán más numerosas las personas que se irán sumando al uso de un calzado más acorde a las altas temperaturas, pero ¿ Basta con que un calzado proporcione mayor frescura ?
La elección del tipo de calzado es un factor a tener en cuenta durante todo el año, pero es especialmente cuando se acerca el tiempo veraniego cuando predomina el uso de aquellos que presentan una menor sujeción, y a la vez suele ser cuando se dispone de más tiempo libre o de ocio donde el movimiento y desplazamientos suelen combinarse con la anteriormente caracteristica mencionada, por lo que el riesgo de presentar lesiones o molestias en los pies asociadas a estas condiciones también se ve incrementado.
Algunas de ellas son de carácter leve o sencillamente acaban desapareciendo tras unas horas o días, sin embargo existen otras cuya evolución puede variar considerablemente si reciben un abordaje fisioterapeútico o si existe ausencia de éste, como es el caso de la fascitis plantar, una de las molestias más comunes en la época de primavera y verano, pero ¿ en qué consiste?
La fascitis plantar se manifiesta a través de ardor o dolor cuyo origen se localiza en la zona del talón, aunque éste puede extenderse hasta los dedos, haciéndose más presente por la mañana al inicio de la marcha y tras periodos de inactividad a lo largo del día . La molestia se debe a que el tejido ( llamado fascia) de carácter fibroso que recubre los músculos y zona de apoyo del pie, se encuentra inflamado. Esto sucede con mayor frecuencia entre deportistas, durante el embarazo, en personas con sobrepeso, empleados que trabajan durante muchas horas sobre superficies duras, con el uso de calzados con escasa sujeción, o en personas que presentan acortamiento de la musculatura posterior de la pierna. El hecho de presentar pies planos, sobreesfuerzo de actividad física, diabetes, cambios hormonales, algunos tipos de artritis o el proceso de envejecimiento natural inciden también en la aparición de este tipo de lesión.
Antes de iniciar el tratamiento, es esencial llevar a cabo un correcto diagnóstico diferencial que permita distinguir la lesión de otros problemas como el espolón calcáreo, gota o fractura, los cuales difieren en abordaje terapeútico. Por lo que, acompañando la exploración física, generalmente se realizan pruebas no invasivas como electromiografía o radiografía. También pueden llegar a realizarse analíticas sanguíneas para descartar el diagnóstico de gota.
Una vez realizado el diagnóstico,el abordaje del tratamiento fisioterapeútico de la fascitis plantar puede abarcar algunos de los siguientes elementos:
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Terapia manual
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Masoterapia
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Electroterapia
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Estiramientos
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Aplicación de hielo o crioterapia
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Vendajes funcionales
Además, este tipo de tratamiento suele acompañarse del cese de la actividad física o de impacto que puede haber producido o empeoraría la presencia de esta lesión, así como de la recomendación del uso de un calzado que facilite el movimiento y adaptación del desplazamiento natural que realizan los dedos durante la marcha. Todo ello con el fin de recuperar los niveles de movilidad articular, reflejos, tono muscular , coordinación y equilibro funcionales previos a la lesión.