BLOG

03/Dic/2018

Fisioterapia y Discapacidad

    El principal objetivo del tratamiento de fisioterapia en personas con discapacidad es mantener y promover la calidad de vida y autonomía de las personas durante sus actividades cotidianas, en la medida de lo posible, dentro del ambiente social, familiar o laboral . El beneficio que puede aportar este tipo de tratamiento puede ser tanto a nivel físico con mejoras en la autonomía, como de forma indirecta pudiendo mejorar la condición general de la persona para la realización de ejercicio o actividad física. Además, puede ayudar a prevenir molestias musculares trabajando previamente hábitos posturales o compensaciones derivadas de la situación de discapacidad que se posee.

¿ Qué tipo de tratamientos y técnicas se pueden aplicar en personas con discapacidad?

       Sea cual sea la técnica o tratamiento de fisioterapia, se ha de tener en cuenta la personalización de los mismos, debido tanto a limitaciones en el estado de salud que puedan derivarse de esta situación como aspectos de discapacidad a nivel cognitivo o mental que requieran de la adaptación del ritmo o condiciones de trabajo durante las sesiones de fisioterapia.

Algunas de los tratamientos que más comúnmente se emplean son los siguientes:

-Terapia Manual

-Crioterapia / Termoterapia

-Drenaje Linfático

-Tratamiento Miofascial

-Rehabilitación

-Adherencia en cicatrices y tratamiento postoperatorio.

-Vendaje Kinesiotape

Así como programas individualizados que contengan ejercicios para la mejora del equilibrio, coordinación ,motricidad, fuerza, movilidad y/o flexibilidad entre otros.

      La fisioterapia no sólo puede aportar beneficios a nivel de tratamiento puramente dicho. La condición de discapacidad a veces requiere del uso de elementos que adapten y faciliten la vida diaria de la persona. En relación a ellos,el fisioterapeuta puede contribuir con recomendaciones de higiene postural ( tanto para la persona que presenta discapacidad como para los cuidadores dado el caso)  con el objetivo de prevenir lesiones musculares derivadas de posturas inadecuadas combinadas con la necesidad de usarlo de forma continuada ( Por ej: Muletas mal reguladas, uso inadecuado de sillas de ruedas, …)


26/Nov/2018

Parkinson

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central. Los temblores son el síntoma más conocido de ella, pero no es el único síntoma que puede condicionar la calidad de vida en el día a día del paciente.

¿ Qué síntomas se presentan con frecuencia en el Parkinson?

Rigidez: Tanto en miembros inferiores como superiores, y en la nuca. Se presenta resistencia al movimiento en estas áreas.

Bradicinesia, acinesia o hipocinesia: Supone el enlentecimiento, desaparición o disminución de la ejecución de movimientos.

Temblor en reposo: Se presenta de forma continuada, y no posee relación específica con una actividad.

Otros síntomas: Estado de ánimo depresivo, alteraciones del comportamiento, dificultades para hablar o tragar, falta de iniciativa o problemas de sueño se encuentran también entre los síntomas más habituales.

¿ Qué puede hacer la fisioterapia ante el Parkinson?

El tratamiento con fisioterapia ha de adaptarse a cada fase de la enfermedad, y no supone resultados inmediatos. Desde el inicio del tratamiento se trabajará la estimulación del sistema voluntario para compensar la pérdida de automatismos, además de la coordinación, ritmo de movimientos, amplitud y ciclo de la marcha, implicados en muchas de las actividades que realizamos de forma cotidiana.

En el tratamiento con fisioterapia del Parkinson, son claves dos aspectos: La reevaluación del estado de la persona de forma mensual ( ya que su estado y dificultades van a variar en función de la etapa de la enfermedad en la que se encuentre), y la colaboración multidisciplinar para abordar el tratamiento con otros profesionales sanitarios.

 

 

¿ Qué se trabaja en las distintas fases?

En la 1º Fase se pretende potenciar la actividad que fomente respiración, coordinación, fuerza y equilibrio, así como mejorar posturas inadecuadas. En algunos casos, la rehabilitación grupal en esta fase inicial es suficiente.

Durante la 2º fase, comienzan a aparecer de forma más frecuente bloqueos y dificultades al caminar. Además de mantener y combinar los aspectos que ya se trabajaban en la fase 1, se realizan ejercicios englobando actividades de estar tumbado, de pie, caminando y sentado. Ejercicios que incorporan obstáculos y cambios de ritmo al caminar, aprender estiramientos para disminuir la rigidez, e identificar y trabajar los posibles bloqueos que puedan interferir en las actividades cotidianas.

En la tercera fase, la persona apenas es capaz de caminar, pasando gran parte del tiempo sentada o tumbada. El objetivo en esta fase son las movilizaciones suaves, masajes, estiramientos y modificaciones posturales para la prevención de deformidades en las articulaciones, escaras u otras dificultades consecuencia del tiempo que permanece tumbado y/o sentado.

La evolución de la enfermedad no sigue un proceso lineal, sino que a medida que pasa el tiempo, aparecen nuevos síntomas y pueden también remitir o acentuarse otros anteriores, aunque por lo general, si el Parkinson ha aparecido a una edad más tardía, suele tener mejor pronóstico.

El Parkinson es una enfermedad que se presenta de forma heterogénea, es decir, puede variar bastante como se muestra la sintomatología en cada persona, es por ello que, como comentábamos con anterioridad, es necesario el ajuste y revisión del tratamiento con frecuencia por parte de todos los profesionales sanitarios que abordan el tratamiento de la persona diagnosticada.

 

 


21/Sep/2016

    La enfermedad de Alzheimer es una de las demencias que se dan con mayor prevalencia entre la población mayor de 65 años. Aunque mayoritariamente la sintomatología más popularmente conocida es el deterioro cognitivo, es inevitable el decremento físico y funcional que se presenta a medida que avanza la enfermedad.

    Desde la fisioterapia, se pueden trabajar distintas áreas que ayuden tanto de forma directa al paciente a conservar mayor calidad de vida a nivel físico, como indirecta a cuidadores y allegados facilitándoles las tareas relacionadas con el paciente, con la prevención de molestias y lesiones musculoesqueléticas frecuentes entre ellos.

   Son diversos los ejercicios de fisioterapia de los que se pueden obtener beneficio para hacer frente a los efectos derivados de esta patologia, entre los que podemos encontrar con frecuencia actividades basadas en la bipedestación, sedestación, subida/bajada de escaleras o el paseo.

   Entre las principales prioridades del uso de este tipo de ejercicios se hallan la mejora a nivel postural, prevención y/o reducción de caídas, mantenimiento de la forma física y de la competencia cardiovascular, asesoramiento o estrategias de autoprotección para cuidadores, potenciación de las capacidades residuales y retraso del deterioro, así como abordaje de otros problemas clínicos a nivel físico producto de enfermedades crónicas que puedan interferir en el desarrollo de la vida diaria.

  Sea cual sea el objetivo de la intervención, la realización de este tipo de actividad ha de ajustarse al estado en el que se encuentra el paciente, siempre teniendo en cuenta los antecedentes y condiciones de salud previas a la aparición de la enfermedad.  


21/Jun/2016

      En la Esclerosis Lateral Amiotrófica las áreas del organismo que presentan afectación son aquellas que conforman  el sistema nervioso central,  cerebro y médula espinal. Por lo cual, las manifestaciones de esta enfermedad se relacionan con el déficit o interferencia en las funciones que realizan estos órganos al producirse un deterioro de las neuronas motoras que estos presentan.

     Inicialmente, en las primeras fases de la enfermedad, las dificultades surgen a nivel muscular de forma leve, presentándose problemas para caminar , escribir o incluso comunicarse a través del habla. Conforme va avanzando ésta, va disminuyendo la autonomía de la persona, haciéndose más notables estas dificultades, a las que se le van añadiendo otras como son las de carácter respiratorio. Aunque en la actualidad se desconoce la etiología de esta enfermedad, que se da con mayor frecuencia entre hombres, el seguimiento de recomendaciones fisioterapeúticas puede incidir considerablemente de forma positiva en la evolución y curso de la sintomatología de la enfermedad, así como repercutir en la autonomía y calidad de vida de la persona. Algunos de los tratamientos de fisioterapia que suelen recomendarse ante esta enfermedad son los siguientes:

Fisioterapia respiratoria: con el objetivo de evitar que se acumulen los flemas y se dé por tanto un mayor riesgo de infecciones, además de preservar la función respiratoria general.

Cinesiterapia: Para mantener en niveles óptimos el mayor periodo de tiempo posible, el tono y fuerza musculares, actuando a la vez como medida de prevención de deformidades.

Electroterapia: Cuya función principal es analgésica.

Masoterapia: Basada en el masaje, ha de ajustarse en función de la flacidez, espasticidad, hiperreflexia y estado de salud general para poder obtener beneficios tanto de relajación como de estimulación.

Hidroterapia: Principalmente orientada a mejorar la propiocepción, movilidad y fuerza, ya que este medio facilita la realización de determinados movimientos al conseguirse una mayor movilidad articular.

 Como ocurre en cualquier ámbito de la salud en el que se apliquen tratamientos de fisioterapia, las técnicas y ejercicios han de ser valorados y supervisados por profesionales del ámbito, ajustándose siempre tanto al perfil y ritmos de progresión como a las limitaciones de salud que pueda presentar la persona


15/Jun/2016

   El movimiento no posee fecha de caducidad ni necesidad de una patología previa, simplemente entiende de calidad de vida, es por ello que la realización de actividad física, y más concretamente en la última etapa de la adultez, puede suponer un beneficio a corto plazo, pero a la vez actuar como factor de prevención a largo plazo … ¿Conoces los beneficios que puede proporcionarte la fisioterapia en la tercera edad? 


06/May/2016

        Afortunadamente cada vez resulta más lejana la asociación entre el proceso natural de envejecimiento, esta etapa de la vida y el sedentarismo e inactividad. Una de las pruebas de que algo esta cambiando es el aumento de espacios urbanos habilitados para la realización de actividad física por parte de este colectivo en particular, y cualquiera que esté interesado en ello en general, ya que múltiples son los beneficios que pueden derivarse de su uso, como son:

-Fomentar la autonomía y funcionalidad personal al mejorar la fortaleza muscular y articular.

-Facilitar el mantenimiento del peso.

-Disminución del riesgo de presentar patologías estrechamente influidas por la inactividad( diabetes, hipertensión, …)

-Mayor estabilidad en la progresión de enfermedades degenerativas.

-Trabajar coordinación y destreza oculo-manual.

-Activación del sistema circulatorio, así como mejoras en el funcionamiento del sistema respiratorio.

-Efectos indirectos como son la disminución de la ansiedad, estrés o incremento de las interacciones sociales.

-Posibilidad de complementar con otras actividades físicas o deportivas.

¿ Sabes dónde dispones de este tipo de espacios en tu ciudad ?


20/Abr/2016

  Aunque el tecnicismo pueda no resultar familiar, en el día a día nos cruzamos constantemente con ella ya que su presencia entre la población es bastante común. Recientemente se ha publicado que en torno al 20 % de los europeos con edades superiores a los 65 años la presentan, pero ¿ En qué consiste la sarcopenia ?

  Asociada mayoritariamente al envejecimiento, también puede aparecer en edades algo más tempranas. Los principales signos de este síndrome geriátrico son la pérdida de masa muscular y fuerza como resultado del paso del tiempo o debido al sedentarismo entre otras causas. Algunos de las señales de alarma que podemos encontrarnos que pueden avisarnos sobre la misma son la aparición de fatiga, disminución de la velocidad al caminar, reducción de la fuerza de presión medida o la pérdida de más de 4,5 kilos de peso en un año sin ninguna causa concreta. En líneas generales, podemos distinguir entre Sarcopenia primaria ( si el origen de la misma yace en el proceso de envejecimiento en sí) o secundaria ( si es derivada de la presencia de otras patologías, desajustes nutricionales o decremento de la actividad física). La principal diferencia entre ambas es a nivel de denominación y etiología, ya que ambos tipos pueden abordarse desde la fisioterapia para mejorar la calidad de vida personal.

  A pesar de que el envejecimiento es un proceso vital inevitable y estrechamente vinculado a este síndrome geriátrico , existe una diversidad de factores que pueden verse implicados en la aparición de la sarcopenia ( genética, factores neurológicos, musculares, hormonales, estilos de vida o incluso nutricionales). Sobre algunos de los cuales es posible actuar con medidas preventivas o a través de tratamiento, es por ello que a través de indicaciones y ejercicios recomendados por profesionales de la fisioterapia el riesgo de fracturas, caídas y pérdida de la capacidad funcional derivados de la presencia de sarcopenia pueden verse considerablemente reducido, lo cual se traduce en una mayor autonomía y calidad vital.

  Entre las características básicas de este tipo de intervenciones fisioterapeúticas se encuentra una duración que no exceda los 45 minutos y se realice entre 2-3 veces semanales, además de ajustarse al estado físico y cognitivo que presenta la persona, e incluir tanto ejercicios de fuerza como de flexibilidad, equilibrio y coordinación así como indicaciones de higiene postural para la realización de los mismos, incrementando progresivamente la dificultad e incluyendo fases de calentamiento y estiramiento.

  A simple vista, este tipo de sesiones pueden parecer actividad física convencional, pero necesitan ser supervisadas y asesoradas por profesionales de la fisioterapia tanto para la obtención de beneficios a nivel corporal como para evitar posibles molestias físicas posteriores.  


16/Nov/2015

       seniors

        Recientemente en un informe del Foro Económico Mundial se ha publicado que España es el séptimo país más longevo del mundo, viviendo los españoles una media de 82,4 años.

      Con el transcurso de los años, la visión generalizada sobre la etapa de la vejez como un periodo estático y de degeneración ha ido en decremento instaurándose en la sociedad un enfoque relacionado con el envejecimiento más positivo y activo. Esto a su vez se ha traducido en el hecho de que el conocimiento que se posee acerca de los hábitos saludables que más favorecen en esta etapa y de la prevención de enfermedades asociadas a ella también ha ido en aumento en los últimos periodos, pero aún existe cierto desconocimiento acerca de cómo puede beneficiar algunas áreas como la fisioterapia en algunos aspectos aplicables a las personas mayores.

      Algunos pueden plantearse que a esas alturas de la vida nada puede parar el envejecimiento, olvidando caer en la cuenta que envejecemos desde el mismo momento en el que nacemos, y que no se trata de paralizar un proceso biológico, sino de mantener o incrementar la calidad de vida diaria y desarrollo funcional que posee la persona día a día, el envejecimiento no es más que un proceso natural. Llegados a este punto, ¿ En qué puede ayudar la fisioterapia?

       La adecuada intervención del profesional de la fisioterapia puede ayudar en diversas áreas. Una de las más aplicadas tiene como objetivo la de prevenir caídas en el futuro, a través de ejercicios para el adiestramiento del equilibrio y reacciones posturales, así como para el entrenamiento de la resistencia de los músculos y la capacidad aeróbica. También en casos donde previamente ha habido una lesión, como medida preventiva para mantener la calidad de vida con el paso del tiempo. La intervención del fisioterapeuta es también de ayuda , aunque de un modo más indirecto,en casos donde se necesita facilitar las transferencias y asesorar a su vez a los cuidadores en situación de personas dependientes en el entorno familiar/ laboral, a su vez también presente con usuarios que requieren de entrenamiento para mejorar aspectos como la deglución oral o la capacidad de respirar.

       La capacidad cognitiva también puede verse beneficiada indirectamente con la realización de actividad física y ejercicios, ya que estos hábitos influyen en el sistema cerebrovascular, por lo que el deterioro en este nivel , puede verse ralentizado en los casos en los que se vincule a trastornos del sistema circulatorio. En aquellos casos donde se dan circunstancias previas de discapacidad intelectual, es recomendable continuar con el tratamiento de fisioterapia previamente establecido en otras etapas.

 

¿ Qué tipo de ejercicios se recomiendan en esta franja de edad desde la fisioterapia?

       La actividad física es variable en función de las limitaciones y forma física previa que presente la persona, al igual que ocurre en otros periodos vitales, sin embargo lo que generalmente se recomiendan son actividades de bajo impacto. Bajo esta categoría se recogen una serie de acciones como el pedaleo, natación o baile que presentan una baja incidencia de lesiones en comparación con otras que requieren de trotar, correr o saltar que se engloban bajo la denominación de alto impacto. El principal objetivo que se persigue en esta etapa con la realización de actividad física es fortalecer la masa muscular, equilibrio y masa ósea relacionados con las caídas. Además de emplear el entrenamiento para mejorar la resistencia muscular contribuyendo a reducir el riesgo de fracturas por osteoporosis, ya que mejora con ello la masa ósea.

 

¿ Ante que enfermedades comúnmente asociadas a la edad pueden ser beneficiosas sesiones de fisioterapia?

         El repertorio de situaciones médicas que pueden obtener beneficios del tratamiento con fisioterapia es bastante variado, pero entre las más comunes se encuentran el ictus, daños neurológicos consecuencia de intervenciones quirúrgicas o traumatismos, patologías que implican trastornos del movimiento en su sintomatología como es el Parkinson, patologías osteoarticulares (artritis, artrosis, osteoporosis), rehabilitación tras fracturas óseas o cuadros de demencia. Independientemente del tipo de sintomatología que se presente, cuando se plantea la posibilidad de realizar un tratamiento con fisioterapia es clave consultar a un profesional de confianza colegiado y realizar un seguimiento continuado a las recomendaciones de éste.

 

Fuente:

http://elpais.com/elpais/2015/10/18/actualidad/1445160174_554108.html

http://www.fundacioace.com/es/fisioterapia-y-demencia/

http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21425049008

http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-adulto/rehab_anciano.pdf

 

 

 


logo footer white

Centro de Fisioterapia y Rehabilitación, ubicado en el centro de Sevilla, especializado en el tratamiento individual a través de la terapia manual

Post recientes

Powered by EDO Estudio. 2021. Domofisio © All rights reserved.

× ¿Cómo puedo ayudarte?