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11/Jun/2019

La articulación está envuelta en un tejido de tipo fibroso, que se denomina cápsula articular. Cuando ésta se inflama ( y no presenta rotura) se conoce como capsulitis. Acompañando a esta inflamación aparece la rigidez en el área afectada y el dolor. Esta lesión puede producirse como consecuencia de algún golpe o contusión, y con el transcurso de las horas las molestias pueden extenderse a zonas adyacentes o acompañarse de la aparición de hematoma.

Son varias las causas que pueden producir este tipo de inflamación, entre las más comunes se encuentran las lesiones de tipo traumático, causas metabólicas, enfermedades reumáticas, su presencia como afección de enfermedades neurológicas ( Parkinson, hemiplegia…entre otros) o como consecuencia de algunos tratamientos farmacológicos.

Uno de los tipos de capsulitis que suelen darse con mayor frecuencia son aquellas referidas a la articulación del hombro, que reciben el nombre de capsulitis retráctil u hombro congelado. El tratamiento de fisioterapia de este tipo de lesión se enfoca en dos momentos diferenciados según los objetivos que se abarcan. En una primera fase se busca evitar las contracturas de defensa, ejercitar el resto de articulaciones del miembro, disminuir el dolor de la zona, así como informar a la persona del proceso de evolución de esta lesión. En un segundo momento se orienta el trabajo a la recuperación de la movilidad de la zona ( repercutiendo así en la funcionalidad de la vida diaria de la persona) y la tonificación muscular de las zonas periarticulares.


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10/Jun/2019

El masaje terapeútico es una de las principales herramientas empleadas en la terapia manual, ya sea como elemento dentro de un plan de tratamiento o como instrumento de liberación a nivel muscular de posturas o hábitos diarios que incitan a la tensión y sobrecarga.

A través de movimientos y manipulaciones de los tejidos blandos, el masaje terapeútico permite aliviar, disminuir o mejorar el dolor, tensión o molestias musculares percibidos por la persona, ya sean a consecuencia de una lesión o por la sobreexposición a tensión. Estas maniobras manuales permiten, entre otros efectos ,el aumento de la flexibilidad de los tejidos, eliminación de adherencias, mejoría de la circulación y drenaje de las áreas tratadas, y un estado de relajación general debido al efecto producido sobre el sistema nervioso.

Aunque las contraindicaciones del masaje terapeútico sean bastante limitadas ( en casos de heridas abiertas, procesos agudos de contusiones o traumatismos, infecciones o procesos inflamatorios, flebitis o ciertos problemas de circulación no está recomendado ) siempre han de realizarse por parte de personal sanitario cualificado para este tipo de maniobras.


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27/May/2019

Se trata de una modalidad de yoga impartida por un fisioterapeuta formado en ello, el cual guía la práctica de esta actividad con fines terapeúticos en función del perfil que presenta cada persona, para obtener un mayor beneficio de ello, realizando ajustes si fuera necesario. Se fusionan por tanto, los beneficios de la actividad del yoga, con los conocimientos de biomecánica, movimiento, anatomía y patologías que posee el fisioterapeuta.

¿ Qué aspectos se pueden trabajar con el fisioyoga?

Desde aspectos generales como fuerza, flexibilidad, coordinación o equilibrio a otros más específicos como los hábitos posturales, desequilibrios y compensaciones o la prevención de disfunciones asociadas a ciertas patologías. El ajuste de la actividad a la funcionalidad que presenta cada persona es elemental, ya que aunque el diagnóstico o síntoma sea el mismo en dos personas, puede que varíe el estado general que presenta cada una, y con ello su capacidad para realizar la actividad.

Los ejercicios que se realizan en el fisioyoga también pueden aportar un beneficio secundario, ya que al trabajar la respiración, los niveles de estrés y tensión suelen verse reducidos.

¿ Quién y cómo puede practicarlo?

Desde niños a personas de la tercera edad, embarazadas y adultos pueden realizarlo, ayudando tanto al desarrollo como al mantenimiento generales. Se recomienda realizarlo en grupos reducidos o de forma individual para que la supervisión de las posturas, respiración, alineación y relajación de los grupos articulares sea más exhaustiva.


26/Nov/2018

Parkinson

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central. Los temblores son el síntoma más conocido de ella, pero no es el único síntoma que puede condicionar la calidad de vida en el día a día del paciente.

¿ Qué síntomas se presentan con frecuencia en el Parkinson?

Rigidez: Tanto en miembros inferiores como superiores, y en la nuca. Se presenta resistencia al movimiento en estas áreas.

Bradicinesia, acinesia o hipocinesia: Supone el enlentecimiento, desaparición o disminución de la ejecución de movimientos.

Temblor en reposo: Se presenta de forma continuada, y no posee relación específica con una actividad.

Otros síntomas: Estado de ánimo depresivo, alteraciones del comportamiento, dificultades para hablar o tragar, falta de iniciativa o problemas de sueño se encuentran también entre los síntomas más habituales.

¿ Qué puede hacer la fisioterapia ante el Parkinson?

El tratamiento con fisioterapia ha de adaptarse a cada fase de la enfermedad, y no supone resultados inmediatos. Desde el inicio del tratamiento se trabajará la estimulación del sistema voluntario para compensar la pérdida de automatismos, además de la coordinación, ritmo de movimientos, amplitud y ciclo de la marcha, implicados en muchas de las actividades que realizamos de forma cotidiana.

En el tratamiento con fisioterapia del Parkinson, son claves dos aspectos: La reevaluación del estado de la persona de forma mensual ( ya que su estado y dificultades van a variar en función de la etapa de la enfermedad en la que se encuentre), y la colaboración multidisciplinar para abordar el tratamiento con otros profesionales sanitarios.

 

 

¿ Qué se trabaja en las distintas fases?

En la 1º Fase se pretende potenciar la actividad que fomente respiración, coordinación, fuerza y equilibrio, así como mejorar posturas inadecuadas. En algunos casos, la rehabilitación grupal en esta fase inicial es suficiente.

Durante la 2º fase, comienzan a aparecer de forma más frecuente bloqueos y dificultades al caminar. Además de mantener y combinar los aspectos que ya se trabajaban en la fase 1, se realizan ejercicios englobando actividades de estar tumbado, de pie, caminando y sentado. Ejercicios que incorporan obstáculos y cambios de ritmo al caminar, aprender estiramientos para disminuir la rigidez, e identificar y trabajar los posibles bloqueos que puedan interferir en las actividades cotidianas.

En la tercera fase, la persona apenas es capaz de caminar, pasando gran parte del tiempo sentada o tumbada. El objetivo en esta fase son las movilizaciones suaves, masajes, estiramientos y modificaciones posturales para la prevención de deformidades en las articulaciones, escaras u otras dificultades consecuencia del tiempo que permanece tumbado y/o sentado.

La evolución de la enfermedad no sigue un proceso lineal, sino que a medida que pasa el tiempo, aparecen nuevos síntomas y pueden también remitir o acentuarse otros anteriores, aunque por lo general, si el Parkinson ha aparecido a una edad más tardía, suele tener mejor pronóstico.

El Parkinson es una enfermedad que se presenta de forma heterogénea, es decir, puede variar bastante como se muestra la sintomatología en cada persona, es por ello que, como comentábamos con anterioridad, es necesario el ajuste y revisión del tratamiento con frecuencia por parte de todos los profesionales sanitarios que abordan el tratamiento de la persona diagnosticada.

 

 


04/Oct/2018

        Si estás buscando una forma saludable de comenzar a practicar ejercicio físico, el Pilates puede ser una buena opción. Permite comenzar en un nivel inicial sin necesidad de tener una determinada forma física, y con posterioridad incrementar la dificultad de los ejercicios y ampliar los elementos utilizados ajustándose al desarrollo individual. A su vez, la modalidad de pilates terapeútico permite adaptar los ejercicios en caso de que se presente alguna lesión muscular.. Pero si aún estás buscando motivos para iniciarte… aquí te dejamos 7 razones que te ayuden a dar el paso: 

 

1 Aumenta la flexibilidad: Produce que los músculos se alarguen e incrementen su movilidad, de forma que estén preparados para entrenamientos de mayor rendimiento.

2 Facilita la respiración : Con las pautas de respiración que requiere este tipo de ejercicio, la circulación se verá beneficiada, consiguiendo de forma progresiva trasladar estos patrones a la respiración en general.

3 Mejora los hábitos posturales: Con el pilates se aprende a mejorar , manteniendo una postura recta , adecuando los hombros a ella, y contrayendo el estómago. Aumenta la consciencia en la vida diaria de la importancia que toma la postura, modificando hábitos posturales desadaptativos que nos hicieran más vulnerables a la aparición de ciertas lesiones.

4 Aumenta la tonificación: Ya que se trata de un ejercicio completo donde se trabajan especialmente los grupos musculares que conforman la espalda, glúteos y abdominales, aumentando su fuerza, resistencia y definición en general.

5 Fortalece tanto músculos como articulaciones: El alargamiento y movilidad continuada tanto de músculos como articulaciones favorece el mantenimiento, ya que disminuye su debilidad, y por lo tanto el riesgo de lesiones.

6. Aumenta la sensación de control: Al aprender a adaptar la postura y corregir cierto tipo de hábitos, tomamos mayor consciencia y observación del cuerpo, siendo más fácil controlar descompensaciones, o posibles fuerzas externas que estén incitando a adaptar ciertos patrones posturales.

7. Es una actividad aeróbica que permite el mantenimiento: Al ser una actividad aeróbica favorece la quema de calorías, por lo que puede ser una herramienta tanto para el mantenimiento de peso como de las capacidades funcionales a nivel muscular.


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18/Sep/2018

         Cuando realizamos una actividad física, los músculos se contraen  con el esfuerzo, produciéndose un acortamiento al ejercitarlos, por eso es necesario estirar unos 10/15 minutos una vez que hemos finalizado la actividad, ya que esto aumenta la flexibilidad de los músculos una vez finalizado, reduciendo la vulnerabilidad ante las lesiones.

          Se recomienda evitar rebotes y/o brusquedad en los movimientos que forman parte de los mismos, así como mantener una correcta postura para poder sacar el máximo beneficio de ellos, ya que lejos de aumentar su eficacia , hacerlo de este modo puede producir lo contrario. Es necesario mantener la postura hasta notar ligeramente el músculo,  sin llegar a forzar.

 

¿ Qué beneficios generales tiene realizarlos?

 

-Reducen la tensión que se ha ido acumulando durante la actividad.

-Producen una mejoría de la circulación, y por lo tanto facilitan la recuperación.

-Mejoran el rango de movimiento.

-Previenen la aparición de lesiones

-Reducen la tensión muscular y ayudan a relajar el cuerpo de forma global.

 

      Debemos de tener en cuenta que a medida que nuestra edad se va incrementando, vamos perdiendo flexibilidad, y la vulnerabilidad ante las lesiones es mayor, por lo que los estiramientos necesitan de ajustarse a la intensidad de la actividad que vamos a realizar y también a la etapa vital en la que nos encontremos, eligiendo tanto los ejercicios como la duración del estiramiento  adecuados a ello.

 Aunque los asociemos con mayor frecuencia a la actividad física,  no sólo están indicados cuando se practica ésta. Al mantener durante bastante tiempo posturas repetitivas ( como es el caso del trabajo de oficina),  nuestros músculos también se resienten, por lo que también se recomiendan para prevenir lesiones asociadas a ciertas actividades laborales, siempre bajo el previo asesoramiento de un profesional.

 


 

 


05/Jul/2018

¿Conoces la diferencia entre una faja postparto abdominal y un cinturón pélvico?

 

¿Sabes que el uso prolongado de la faja abdominal está generalmente desaconsejado por los profesionales expertos en fisioterapia uroginecológica y obstétrica?

 

Después del parto, se dan en el cuerpo de la mujer varias circunstancias. Por una parte, los niveles de la relaxina ( una hormona responsable de la laxitud de las articulaciones) se eleva desde los últimos meses del embarazo hasta las ocho semanas después del parto. Esto sucede con vistas de facilitar la apertura del canal vaginal y movimiento de la pelvis para que nazca el bebé, dándose este aumento de la relaxina tanto si el parto es por vía vaginal como por cesárea.

Por otra parte, el aumento de peso que se da en el embarazo, así como el parto ( que puede conllevar uso de fórceps, episiotomía…) hacen que sea más probable la distensión y debilidad tanto de los músculos del suelo pélvico como los tejidos de la zona, así como la pérdida de fuerza y en ocasiones diástesis al distenderse la musculatura de la zona abdominal.

Dada la vulnerabilidad de la zona, lo aconsejable es por un lado consultar a la matrona y fisioterapeuta, para poder realizar una valoración y prescribir pautas y ejercicios adaptados que faciliten la recuperación. Por otro lado, también es necesario evitar situaciones que puedan provocar hiperpresión en el suelo pélvico, tales como posturas inadecuadas, abdominales tradicionales o levantar peso, que puedan empeorar el ya vulnerable estado del suelo pélvico.

 

Faja abdominal postparto

Aunque en un primer momento el uso de la faja abdominal postparto pueda parecer una buena idea, el uso prolongado de la misma sin consultar a profesionales sanitarios puede ser más perjudicial que beneficioso, ya que para que se dé la recuperación de una forma más rápida, los tejidos necesitan de una buena circulación sanguínea y de ejercicios para recuperar el tono y fortaleza de forma progresiva. La faja abdominal funciona inmovilizando la zona y supliendo parte del esfuerzo que han de realizar estos músculos, por eso no es aconsejable usarla de manera prolongada sin asesoramiento sanitario.


 

El cinturón pélvico o cinturón postparto

El cinturón postparto o también llamado cinturón pélvico es una cinta que se regula rodeando la pelvis, por debajo de las espinas ilíacas. Esta hecho de material elástico, y no sólo se emplea en el postparto, también en casos de histerectomía, prolapso o incontinencia urinaria de esfuerzo, que comparten con el postparto la situación de vulnerabilidad y debilidad del suelo pélvico.

Su funcionamiento se basa en que la corrección de la postura, obligando a adoptar una posición adecuada que evite hiperpresiones sobre el suelo pélvico e hiperlordosis de la zona lumbar, pero a la vez, posibilitando el movimiento de la pelvis y la espalda. Permite trabajar la musculatura dorsal, abdominal y pélvica, produciendo que se refuerceel core,, estimulando la tonificación perineal, y protegiendo el suelo pélvico. A su vez, al producirse el reposicionamiento de la pelvis y la posición del esternón al adoptar una postura más ergonómica, producirá que las respiraciones sean más profundas , lo cual va a influir en la circulación sanguínea, clave en el proceso de recuperación.

Para obtener los beneficios del cinturón pélvico, la correcta colocación del mismo es clave. Debemos asegurarnos que se encuentra sobre la pelvis, a nivel sacro por detrás, y nunca a nivel abdominal o lumbar

 

 

Síntomas que mejoran con el uso del cinturón

* Dolores lumbares, cervicales y espalda en general.

*Incontinencia urinaria.

*Sensación de pesadez.

*Alivio de la tensión de la cicatriz en cesáreas.


20/Feb/2018

          Participar en una maratón como corredor conlleva, junto al entrenamiento previo, un proceso de conocimiento y cuidado del cuerpo de cara a la intensidad y dificultad que demanda este tipo de prueba deportiva. En estos casos, la supervisión, tratamiento y asesoramiento por parte de profesionales de la fisioterapia pueden beneficiar tanto aumentando el rendimiento frente a la prueba como disminuyendo nuestra vulnerabilidad ante las lesiones musculares.

¿ En qué puede ayudarnos nuestro fisioterapeuta frente a una maratón?

             Durante las semanas previas se recomienda que se descargue la musculatura de las extremidades inferiores, así como el tratamiento de la zona lumbar para prevenir roturas fibrilares, tirones y sobrecargas musculares de esas zonas. Si con anterioridad se han padecido lesiones que pudieran resentirse durante los entrenamientos o el día de la prueba, es recomendable realizar una seguimiento de las mismas a fin de evitar molestias posteriores.

            Desde la fisioterapia también se produce el asesoramiento sobre los ejercicios de estiramiento y calentamiento más adecuados de los diferentes grupos musculares, así como la valoración de alteraciones posturales y desequilibrios que pudieran ser un obstáculo tanto durante los entrenamientos como en la prueba.  El fisioterapeuta también puede ayudarte con recomendaciones sobre cómo disminuir el ritmo al finalizar la prueba, así como orientarte con el equipamiento adecuado para disminuir molestiasy cómo iniciar tu recuperación posterior.

          Disfrutar de la prueba no es sólo cuestión de entrenamiento, la prevención, hidratación, equipamiento y descanso son claves igual de importantes para sacar el máximo partido a esta experiencia.


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10/Ene/2018

   Ciertos factores como son el grado de fatiga que soporta una zona muscular, desequilibrios dietéticos, condiciones ambientales adversas, ejercicios de estiramientos o calentamiento que no se realizan de forma correcta o la práctica de actividades deportivas sin preparación gradual pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona a la aparición de una rotura fibrilar.

   Cuando esta lesión se da, pueden afectarse sólo unas cuantas fibras o aparecer una rotura de la estructura muscular en su totalidad. Es por ello que podemos identificar una jerarquía de cuatro grados en función de la gravedad y extensión de este tipo de lesión, como es la siguiente:

Rotura de Grado I: Son pocas fibras las que presentan desgarro, y en caso de que haya hematoma intramuscular, su tamaño es inferior a 1 cm.

Rotura de Grado II: El desgarro presentado es inferior a un tercio del músculo, y el tamaño del hematoma es menor a 3 cms.

Rotura de Grado III: Más de un tercio de la superficie total del músculo se encuentra desgarrada, y está presente edema extenso.

Rotura Grado IV: Este grado supone la rotura total de la estructura muscular. El hematoma presentado es de gran tamaño, y existe pérdida de funcionalidad.

 

¿ Por qué es importante la presencia de hematoma?

   Principalmente porque es un indicador de la gravedad de la lesión, que necesita de un seguimiento y control para evitar adherencias y además de la necesidad de pruebas diagnósticas para determinarlo.

 

¿ Cómo aborda la fisioterapia este tipo de lesión?

   Por lo general, se procede a realizar un tratamiento dividido en tres fases de seguimiento, una inicial denominada inflamatoria o destructiva, una intermedia , reparadora o reconstructiva, y una fase final de remodelación. El tratamiento de este tipo de lesión puede tener carácter preventivo ( cuando el trabajo muscular al que se somete la zona es extenso o existen antecedentes de rotura anterior en la zona) y tratamiento postlesión.

   Como suele suceder en cualquier tipo de tratamiento en fisioterapia, el estado físico previo y el seguimiento de las recomendaciones del profesional sanitario son claves durante la evoluación del tratamiento y recuperación de la zona.


 


 

 


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Centro de Fisioterapia y Rehabilitación, ubicado en el centro de Sevilla, especializado en el tratamiento individual a través de la terapia manual

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